Basada en rituales de antaño, está fiesta tradicional busca agasajar la inmortalidad por medio de la simbología que impartían viejas creencias con respecto a las castañas; una característica es que no se asocia a una sola región de España, sino que la misma se celebra en todos aquellos pueblos donde se realiza la cosecha de castañas.
La fiesta en si trata de simbolizar el ritual por el cual se liberaban almas por media de la quema de las castañas, que es un fruto que según la tradición esto simbolizaba; la fecha en que se lleva a cabo es en Noviembre, y el ritual ancestral consta en prender una gran fuego hasta que los maderas sean solo brazas, para luego tirar las castañas dentro, quemarlas para que todos los habitantes del poblado las degusten y las compartan como símbolo de unión y comunidad.
Es una celebración, que más allá de realizar está actividad casi obligatoria, también se disfruta de un buen vino y otras exquisiteces de la zona, es el festejo y agradecimiento por una buena cosecha, de su producto estrella; el Magosto tiene como particularidad de no pertenecer a una sola localidad, en cada pueblo donde se tiene una rica producción de castañas, se festeja y se realiza la parte simbólica, pero también lejos de la provincia de León, existen otros Magostos, en otras zonas del país, pero todos ellos presentan elementos comunes, en todos ellos se debe encender el fuego, quemar las castañas y comerlas todos juntos como una gran familia, también otra de las características es que se da en pleno otoño, siempre se mezcla con gran celebración, buen vino y excelente gastronomía.
Los lugares más destacados donde se llevan a cabo estos Magostos son, Portugal, Salamanca, Cáceres, Galicia y Zamora, y suelen decirse ciudades hermanadas por la castaña. El aroma de la castaña asada es y durante varios días se mantiene en el aire, dando un particular entorno de olores y sabores, que todos disfrutan con felicidad porque es señal de buenas cosas.
Está festividad lleva ese nombre particular, porque así es nombrada la hoguera donde se cocinan las castañas, para luego ser consumidas, mientras lo mezclan con un buen vino u otra bebida del lugar; otro particularidad que envuelve a este festejo tradicional, es que la maduración de la castaña, se da, exactamente al mismo tiempo, que los primeros vinos del año, están en condiciones de ser tomados, de esta manera un producto acompaña al otro, volviéndose por los procesos de la naturaleza, complementos únicos.
Vivir una celebración del Magosto, es una experiencia llena de rica cultura tradicional, envuelta por historias y leyendas de los primeros pobladores de aquellas tierras, podrás disfrutar de una buena comida llena de platos típicos, así como también, de una alimento con una preparación de antaño además de los vinos de excelencia producidos en la zona; es un paseo realmente inigualable, recomendable y en donde se aprenden ciertos valores del campo, aquellos adquiridos durante siglos y que aún hoy se mantienen a pesar de vivir en una era colmada de tecnología.