Enmarcado en un paisaje majestuoso, digno para hacer una visita y estar en un viaje de turismo por mucho tiempo, el Antruejo de la zona de Velilla de la reina, es uno de los más afamados y reconocidos carnavales de la provincia a la que pertenece, lo que lo hace tan particular, es que mantiene ciertos valores que se constituyeron desde sus orígenes; está valorado como la única festividad de este estilo, que se enmarca dentro de los denominados antruejos rurales; estos se celebraban siglos atrás, cuando las tierras que hoy ocupa el poblado de Velilla de la reina, estaba ocupada por los primeros pobladores en la edad media.
El carácter popular que envuelve a este festejo, busca sin importar el estatus social, ni el nivel ocupado dentro de la comunidad, que todos estén incluidos en él; la festividad se desarrolla el domingo de carnaval, y es en ese momento cuando todos los personajes que componen el antruejo salen a la calle, por lo que será normal cruzarse con toros, carneros, caretones, el diablo, los gochos, gallinas y muchos otros personajes, que componen un asalto en el momento exacto en que cae la tarde del domingo de carnaval; en ese instante todas las personas son perseguidos por estos coloquiales monstruos ancestrales y son victimas de bromas, golpes de vejiga y mucha alegría.
Cuando ya la algarabía se vive en cada rincón del poblado, las madamas, otro de los personajes de está improvisada obra de teatro callejero, se ubican en la plaza del pueblo para comenzar con un baile típico que logra dominar la atención de cada espectador, a pesar de que seguirán siendo presas de las bromas y demás provocaciones de los otros compañeros personajes; cuando ya el baile está en su punto máximo, su suman al mismo los guirrios, los cuales bailan al son de la música junto con las madamas haciendo el deleite de todos los presentes; mientras esto sucede un poco más lejos, se pueden escuchar coplas de celebración, que se replican una tras otra.
La festividades culminan luego de varias horas de baile, música y mucha diversión, con una degustación de productos de la zona, aquellos que vivan en primera persona los antruejos, podrán disfrutar de deliciosos alimentos como son, los frisuelos, flores y orejuelas de carnaval, roscas de sartén, todos estos productos acompañados de chocolate y orujo.
El antruejo es tan importante para la comunidad, que se ha celebrado ininterrumpidamente casi desde su inicio, en muchas ocasiones, sobre todo en etapas de complicaciones históricas, ha sido difícil llevarlos adelante, pero aún así está tradición se ha mantenido con firmeza, cada año en el domingo de carnaval, siendo esperado por todos, tanto los habitantes locales de la zona, como así también por parte de los miles de visitantes que acuden a vivir esa experiencia llena de magia, muy particular y digna de ser contada. Lo más maravilloso de los antruejos, es la posibilidad de ver como los valores impartidos años atrás se siguen reproduciendo por parte de las distintas expresiones populares de los pueblos.