Las mantecadas de Astorga son panecillos hechos con mantequilla, muy esponjosos y sabrosos; su nombre se asocia al lugar de su origen, Astorga que en sus orígenes fue un campamento romano, mantiene aún ciertos vestigios de esos años, como son su construcciones de piedra, las cloacas romanas y una gran muralla que aún resguarda su tranquilidad. Con paisajes majestuosos, desde donde se podrá observar el palacio episcopal un obra de arte en materia de infraestructura, el edificio de la catedral, el río jerga, su vista preferencial del monte Teleno, y un paisaje apacible y relajado que hará que una visita a esta ciudad sea un gran opción.

En este gran marco, disfrutar además de su historia de la gran gastronomía local, es una opción imposible de dejar pasar, dentro de los productos más destacados de Astorga, están sus mantecadas, estos panecillos dulces, tienen una receta con antigüedad de cientos de años que ha pasado de generación en generación, según los registros dicha receta data del año mil ochocientos cinco, más de doscientos años de historia para un alimento que ha sido el disfrute de miles de personas.

Nombrado postre, es para los pobladores del lugar un orgullo y es por esto por lo que se suele ver en los distintos establecimientos que venden este tipo de productos, que nombran a las mantecadas como el mejor y más sabroso producto del lugar. Al ser un producto que ha sido producido desde hace tanto tiempo, su receta es casi un emblema de Astorga, por lo que elaborarlo de otra manera, es impensado.

Su preparación es delicada, pero los elementos que se utilizan son sencillos y de fácil adquisición; se debe tener manteca de vaca, aunque también pueden hacerse con manteca de cerdo, harina, huevo, azúcar, integramos estos ingredientes formando una masa suave y cremosa. Es importante seguir los pasos detalladamente para no cometer errores y que nos queden bien logrados, otro detalle para tener en cuenta es que las originales mantecadas son puestas en una especie de canasta con papel llamadas cajillas, de está manera son presentadas y es un detalle más que las destaca.

En cuanto a su sabor es delicado y muy agradable al paladar, es muy disfrutable para comerlas en cualquier hora del día con un buen te que nos permita relajarnos y ver el paisaje. Y aunque su nacimiento fue otorgado a un monasterio, es un dulce que es disfrutado ampliamente por todas las personas, es el complemento perfecto para completar la perfecto gastronomía que rodea a la región de León, en donde aquellos cazadores de nuevos sabores pueden disfrutar desde tapas de excelencia, pasando por platos gourmet, pero con preparación tradicional y dulces de otro nivel, digno de ser consumido en todo el mundo, pero con la tradicional característica de Astorga.

Otro detalle para tener en cuenta es que las mantecadas de Astorga no solo representan un producto de excelencia y que identifica al lugar, sino que también simboliza una fuente de recursos y de trabajo para todo el poblado.