Si estamos hablando de platos típicos de la región de León, no podemos dejar de mencionar a la Morcilla Leonesa, la cual, a pesar de estar compuesta por tan solo dos elementos, adquiere el sabor que caracteriza a toda esta región, convirtiéndola en un producto de alta calidad y por supuesto, digno de ser probado.

Suele elaborarse luego de la clásica matanza de cerdos, desde donde se extrae la sangre del animal y se mezcla con cebolla, sal y otros productos para condimentarla, para luego colocar dicha preparación en un tripa para dejarla secar; este proceso de secado es la base además de la fase de sabor, para que este alimento sea tan particular. Es que está mezcla de la sangre con cebolla, es lo diferente y que lo vuelve único de la zona, ya que, existen otros tipos de morcilla, no solo en España, sino que también en otras partes del mapa, como Sudamérica, por ejemplo, pero está tiene una consistencia un poco débil gracias al tipo de preparación que se utiliza, diferenciándola claramente de otras de su estilo; este alimento es considerado como un producto típico de León como puede ser también la Cecina, tanto por su sabor como por su tipo de elaboración.

A la hora de comer una Morcilla Leonesa, nos encontraremos que también tiene diferencias que la destacan, es que la misma, no se consume con su tripa, es necesario sacarla de la misma para poder disfrutar de ella, un gran acompañamiento es una hogaza de pan, en donde se puede colocar la pasta de la Morcilla Leonesa y así dejar que todo lo especial de este plato nos enamore por completo; un detalle no menor, es que muchas veces por su aspecto, las personas dudan en cuanto a probarla, pero lo cierto es que una vez que lo hacen, difícil es que vuelvan a rechazarla.

Algunas de sus variantes más conocidas, son aquellas que agregan a la mezcla, ingredientes como el ajo, pimentón u otros más osados que con el afán de mejorar su consistencia agregan migajas de pan; lo cierto es, que a pesar de las distintas actualizaciones que se puedan utilizar, la Morcilla Leonesa, es un plato que admiración por parte de sus comensales.

Una de la variantes más utilizadas al momento de consumirla, sobre todo en restaurantes y bares, es en forma de tapa, donde acompañada de un trozo de pan tostado y patatas fritas, se vuelve un plato rico, abundante y especial para disfrutar este alimento tan particular y sabroso; también podremos visitar el casco antiguo de León, donde hallaremos un barrio mítico del lugar, denominado el barrio húmedo, allí degustar una buena Morcilla Leonesa es casi una obligación, además de conocer unos paisajes únicos, los cuales pueden hacerlos vivir una experiencia de otra época, por sus magnificas construcciones históricas, sus largos empedrados y sus bastas estructuras medievales, todo un ambiente perfecto para probar platos típicos y que no encontraremos en ningún otro lugar del mapa; probar un producto con tanta magia y elaboración, exactamente en el lugar donde se creo y nos lo servirán de la manera tradicional, para que ninguno de sus sabores particulares se nos escapen.