La caza en la provincia de León es una actividad que se encuentra fuertemente regulada por la Consejería de Medio Ambiente que corresponde a la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Existen Reservas Regionales de Caza que tienen el fin de conservar y promover determinadas especies, y una vez que se alcanzan los niveles de densidad adecuados, aprovechar la riqueza cinegética para lograr satisfacción social y recreativa, con el fin de que vayan acompañadas de un crecimiento económico y social. 

La constitución de estas reservas se originó a principios del siglo XX, con distintas modificaciones e impulsos para el desarrollo de nuevos Cotos Nacionales y una Red de Reservas Nacionales de Caza. 

En Castilla y León el 88 por ciento de su superficie son terrenos cinegéticos y alrededor de 78 mil kilómetros cuadrados son cotos privados de caza. El gobierno regional asegura que esta actividad es una buena herramienta para la gestión y control de ungulados silvestres, jabalíes y conejos, que son especies que dañan los cultivos, la ganadería y provocan accidentes de tráfico.

La caza menor está comprendida por la temporada general de la liebre con galgo, hasta el cuarto domingo de enero. Mientras tanto, en el resto de las demás especies y modalidades de caza menor va desde el cuarto domingo de octubre hasta el cuarto domingo de enero del año siguiente, además de las fechas que se establecen para la media veda.

La media veda establece que hasta el tercer domingo de septiembre se puede cazar codorniz, urraca, corneja, conejo y zorro. También implica que se puede cazar tórtola común, paloma torcaz y paloma bravía hasta el tercer domingo de septiembre. La caza del zorro está permitida durante el ejercicio de la caza de cualquiera de las especies de caza mayor y la de los zorzales y las palomas en migración en pasos puede hacerse desde el 1 de octubre hasta el segundo domingo de febrero del año siguiente.

Dentro de la multiplicidad de actividades que los turistas pueden desarrollar dentro de la provincia de León, la de la caza representa un grado de responsabilidad superior, ya que se debe asegurar hacerla dentro de las reglas y leyes establecidas para esta práctica. Es sumamente importante tener en cuenta siempre la información disponible sobre las distintas fechas permitidas para cada especie y poseer actualizada y en regla la licencia de caza. 

Para cazar en Castilla y León, el cazador deberá estar en posesión y llevar consigo la siguiente documentación:

  1. Seguro de responsabilidad civil.
  2. Licencia de caza válida en vigor.
  3. Documento acreditativo de su personalidad.
  4. En el caso de utilizar armas, los permisos y guías requeridos por la legislación vigente.
  5. Tarjeta de filiación al coto, autorización escrita del titular cinegético, arrendatario o la persona que ostente su representación, salvo que el mismo esté presente durante la acción de cazar.
  6. Autorización de la Administración en el caso de que la modalidad, período de caza o excepcionalidad de la acción cinegética así se exija legalmente.

Anualmente se publica la Orden Anual de Caza, donde se definen las normas y condiciones que regirán la caza durante su periodo de vigencia.